Mi vida, mi mundo ... elegí eso, porque cada persona es un mundo, un mundo donde siempre hay que tener los garfios del odio siempre activos, y los ojos del juez siempre despiertos ... Y al echarte en la caja de los muertos, menospreciar los llantos de los vivos.
No somos marionetas en manos del azar. La vida no es un accidente regido por la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste creerlo, recogemos lo que sembramos. Hay que ver la vida como un continuo aprendizaje.
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